viernes, 28 de junio de 2013

Arte al mejor postor: Londres y las subastas de julio

Llega julio y con él Londres vuelve a ser el centro del mercado internacional de arte. Con apenas una semana de diferencia entre ellas, Christie’s y Sotheby’s celebrarán cuatro ventas diferentes centradas en pintura y mobiliario diverso, entre cuyos lotes se encuentran varios provenientes de colecciones nobles de nuestro país.

-Christie's será la encargada de la primera de ellas, Old Master & British Paintings, que contará con la presencia de dos cuadros de procedencia española.

Una tabla anónima del siglo XVI (70cm x 48cm) que en su momento componía un díptico y que representa a unos donantes junto a Santa Catalina de Alejandría, San Francisco de Asís y su compañero León. Fue propiedad del Marqués de San Clemente y Vizconde de Roda, en cuya colección se ubicaba en 1965.  

Fragmento del díptico que sale a la venta (Foto Christie's)

Un Capriccio veneciano por Francesco Guardi pintado en torno a 1760 (93cm x 135cm) y que originariamente formaba una serie de cuatro lienzos, hoy dispersados en diferentes colecciones. El catálogo elaborado por Christie’s apunta a que uno de los propietarios de la obra en cuestión fue Manuel Falcó y Escandón, IX Duque de Montellano, quien en 1958 lo cedió para la exposición celebrada en Múnich Europäisches Rokoko: Kunst und Kultur des 18. JahrhundertsNo es la primera vez que el cuadro sale a remate, ya que el 4 de julio de 2012 fue subastado en la misma sala, triplicando en aquella ocasión el precio mínimo en el que fue tasado.

Capriccio por Francesco Guardi (Foto Chistie's)

-Sotheby’s es la organizadora de las tres ventas restantes, siendo cinco los lotes en total que tienen relación con aristócratas españoles. En la subasta Old Master & British Paintings sale a remate un conjunto de cuatro cuadros pintados por Juan Ruiz a mediados del XVIII (50cm x 154cm) que reproducen diferentes vistas de la ciudad de Nápoles. Proceden de la colección de Pedro Caro y Surela, III Marqués de la Romana, de quien pasaron a Pedro Caro y Széchényi, tercer hijo del V Marqués, y a través de su descendencia a los actuales propietarios.

Vistas de Nápoles por Juan Ruiz (Foto Sotheby's)

La subasta Arts of Europe, centrada en mobiliario y artes decorativas, contará con la presencia de un exquisito tapiz renacentista de 322cm x 389cm que representa una escena de la Fundación de Roma, tejido probablemente en Bruselas en el primer cuarto del siglo XVI. Lo adquirió Manuel Pérez de Guzmán y Sanjuan, VII Marqués de Morbecq, y ahora es su hijo Juan Manuel Pérez de Guzmán y Carrión, VIII Marqués de Morbecq, quien lo pone a la venta.

Escena de la Fundación de Roma (Foto Sotheby's)

Otro tapiz de similares características perteneciente también al VIII Marqués de Morbecq formará parte de la venta Treasures, Princely Taste. Algo mayor que el anterior, 347cm x 400cm, pertenece a la serie La historia de David y Betsabé.

Escena de La historia de David y Betsabé (Foto Sotheby's)

Por último, se podrá pujar por una mesa con el tablero realizado mediante la técnica conocida como scagliola, consistente en la mezcla de yeso y colorantes para imitar mármol y piedra. Figuró en la colección de José Padierna de Villapadierna y Avecilla, III Conde de Villapadierna. Actualmente, según la descripción que acompaña al lote, forma parte de “la colección privada de un marqués español”.

Tablero de mesa realizada mediante la técnica de la scagliola (Foto Sotheby's)

jueves, 20 de junio de 2013

Los más grandes de entre los Grandes

Sólo 417. Ese es el número de títulos actualmente vigentes, según la Diputación y Consejo de la Grandeza, que tienen aparejada la Grandeza de España, la máxima dignidad que puede ostentar un noble en nuestro país.

Audiencia a la Diputación y Consejo de la Grandeza de España en el año 2011 (Foto Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos)

Los Grandes se encuentran, en términos protocolarios, justo por detrás del Príncipe de Asturias y el resto de los hijos del rey, gozando así de una posición preeminente sobre el resto de aristócratas que no poseen esta consideración.

Fuera del ámbito social ser Grande de España no conlleva ningún privilegio, si bien hasta no hace demasiado el poseer un título con Grandeza abría las puertas a diversos cargos palatinos en la Corte (como por ejemplo el de Gentilhombre Grande de España con ejercicio y servidumbre para los hombres o el de Dama de la Reina para las mujeres).

La última prerrogativa que le fue suprimida a este reducido grupo fue el pasaporte diplomático, que mediante el Real Decreto 1023/1984 quedaba exclusivamente reservado a ciertos funcionarios al servicio del Estado y sus familias.

Además, para heredar un título con Grandeza de España es necesario abonar el correspondiente impuesto de sucesión: 2.440 euros si es una transmisión directa, 6.126 si es transversal y 14.668 si se trata de la rehabilitación de un título o pedir el reconocimiento de uno extranjero.

De estos 417 títulos con Grandeza de España, son muchos los que están en manos de una misma familia, destacando por el número de Grandezas que acumulan las siguientes personas:

-Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, 11 veces Grande de España: Duquesa de Medinaceli (1), Alcalá de los Gazules (2), Camiña (3), Ciudad Real (4), Denia (5), Tarifa (6); Marquesa de Priego (7), la Torrecilla (8), Camarasa (9), Aytona (10); Condesa de Santa Gadea (11).

-Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, 10 veces Grande de España: Duquesa de Alba de Tormes (1), Liria y Jérica (2), Berwick (3); Condesa-Duquesa de Olivares (4); Marquesa del Carpio (5); Condesa de Lemos (6), Lerín (7), Miranda del Castañar (8), Monterrey (9), Osorno (10).

-Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada, 6 veces Grande de España: Duquesa de Osuna (1), Gandía (2); Condesa-Duquesa de Benavente (3); Marquesa de Jabalquinto (4); Condesa de Peñaranda de Bracamonte (5), Oropesa (6).

-Íñigo de Arteaga y Martín, 5 veces Grande de España: Duque del Infantado (1); Marqués de Santillana (2), Ariza (3); Conde de la Monclova (4); Señor de Casa Lazcano (5).

-Jacobo Fitz-James Stuart y Gómez, 5 veces Grande de España: Duque de Peñaranda de Duero (1), la Roca (2); Marqués de la Laguna (3), Viana (4); Conde de Montijo (5).

-Álvaro Fernández Villaverde y Silva, 5 veces Grande de España: Duque de San Carlos (1), Santo Mauro (2); Marqués de Santa Cruz (3), Villasor (4), Pozorubio (5).

-Manuel Falcó y Anchorena, 5 veces Grande de España: Duque de Fernán-Núñez (1), Bivona (2); Marqués de la Mina (3); Conde de Barajas (4), Cervellón (5).

-Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis, 4 veces Grande de España: Duque de Alburquerque (1), Algete (2); Marqués de Alcañices (3); Conde de la Corzana (4).

La naturaleza, historia y trayectoria de estos títulos es diversa, tanto por antigüedad (algunos de los señalados arriba tienen más de cinco siglos de existencia, mientras que otros apenas superan el siglo), motivo de  concesión (méritos de guerra, servicios prestados a la Corona, una brillante trayectoria política) o referencia geográfica (parte de ellos fueron otorgados sobre territorios de fuera de la Península sobre los que los reyes de España eran soberanos).

Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa
(Foto Fundación Casa Ducal de Medinaceli)

En relación a esto, durante mucho tiempo se diferenciaba a los Grandes de España por clases en virtud del origen de su Grandeza: Primera Clase para aquellos que descendían de los ricoshombres de Castilla (los más acaudalados, poderosos e influyentes del Reino) y a los que Carlos I les reconoció su linaje y condición; Segunda Clase para los que también descendían de los ricoshombres, pero que por diversos motivos no se les dio en un primer momento la Grandeza, que les sería concedida más tarde; Tercera Clase para los que no pertenecían a familias tan antiguas, pero a los que el rey consideró adecuado hacerles dignos de la Grandeza de España.

La Grandeza de Primera Clase también es conocida como Grandeza Inmemorial y engloba en torno a 25 títulos, considerados tradicionalmente los de mayor relevancia de todos los existentes. Su origen se remonta, tal y como apuntan la mayoría de las fuentes, a la coronación de Carlos I como rey de Romanos en 1520, cuando un grupo de nobles españoles le acompañó, según parece, en recompensa por su apoyo durante la Guerra de las Comunidades en Castilla. Allí tuvieron los españoles que aparecer descubiertos ante el rey, lo cual iba contra una de sus prerrogativas. Para compensarles, Carlos I les otorgó la consideración de Grandes de España y el privilegio de poder permanecer sin cubrir ante él, haciendo de lo que antes se obtenía por nacimiento un premio que dependía de la voluntad del soberano.

No hay un consenso total sobre qué títulos se deben incluir en esta categoría, pero está mayoritariamente aceptado el criterio de Francisco Fernández de Bethencourt de que fueron los siguientes:

-Ducado de Alba de Tormes.

-Ducado de Alburquerque.

-Ducado de Arcos de la Frontera.

-Ducado de Béjar.

-Ducado de Cardona.

-Ducado de Frías.

-Ducado de Gandía.

-Ducado del Infantado.

-Ducado de Medinaceli.

-Ducado de Medina-Sidonia.

-Ducado de Nájera.

-Ducado de Segorbe.

-Ducado de Villahermosa.

-Condado-Ducado de Benavente.

-Marquesado de Aguilar de Campoo.

-Marquesado de Astorga.

-Marquesado de Denia (Grandeza transferida posteriormente al Ducado de Lerma).

-Marquesado de Priego.

-Marquesado de Villena (Grandeza transferida posteriormente al Ducado de Escalona).

-Condado de Cabra.

-Condado de Lemos.

-Condado de Lerín.

-Condado de Melgar (Grandeza transferida posteriormente al Ducado de Medina de Rioseco).

-Condado de Miranda del Castañar (Grandeza transferida posteriormente al Ducado de Peñaranda del Duero).

-Condado de Ureña (Grandeza transferida posteriormente al Ducado de Osuna).

Como apuntaba antes, hay diversidad de opiniones respecto a qué títulos deben ser considerados dentro de la Grandeza Inmemorial. La Diputación y Consejo de la Grandeza de España, por ejemplo, incluye el Ducado de Baena y el Condado de Miranda del Castañar, a pesar de que éste perdió su Grandeza Inmemorial a favor del Ducado de Peñaranda del Duero, pero no el Condado de Cabra. De la misma forma, Juan Miguel Soler Salcedo en su libro Nobleza española: grandeza inmemorial, 1520 (Visión Libros) considera dentro de esta categoría los Marquesados de los Vélez, el Cenete y Santillana.

Por orden, el listado de los poseedores de la Grandeza Inmemorial quedaría de esta manera:

-Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada: tres Grandezas Inmemoriales (Osuna, Gandía y Benavente). Cedió a sus hijas Ángela María y Assumpta los Ducados de Arcos de la Frontera y Medina de Rioseco respectivamente, que hacen cinco Grandezas Inmemoriales en total.

-Cayetana Fitz-James Stuart y Silva: tres Grandezas Inmemoriales (Alba de Tormes, Lemos y Lerín).

-Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa: dos Grandezas Inmemoriales (Medinaceli y Priego). Cedió a su hijo Ignacio el Ducado de Segorbe, siendo tres las Grandezas Inmemoriales originarias.

-Francisco de Borja Soto y Moreno-Santamaría: dos Grandezas Inmemoriales (Escalona y Frías).

-Leoncio González de Gregorio y Álvarez de Toledo: si consideramos lo escrito por Fernández de Bethencourt sólo tendría una Grandeza Inmemorial (Medina-Sidonia), pero siguiendo el criterio de Juan Miguel Soler serían dos (Medina-Sidonia y los Vélez).

-Íñigo de Arteaga y Martín: al igual que con el Duque de Medina-Sidonia, al haber disparidad de juicios, se le puede atribuir una Grandeza Inmemorial (Infantado) o dos (Infantado y Santillana).

Íñigo de Arteaga y Martín, XIX Duque del Infantado, en el momento de recibir por parte del 
Regimiento Castilla 16 el nombramiento como "Voluntario de Castilla" (Foto Blog Castilla 16)

El resto de Grandezas Inmemoriales se hallan repartidas de manera individual entre diversos miembros de la aristocracia, siendo en muchos casos parientes de los antes mencionados (el actual Duque de Lerma y la actual Duquesa de Cardona, por ejemplo, descienden del XVII Duque de Medinaceli, padre de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, XVIII Duquesa de Medinaceli).

De esta manera, más de la mitad de las Grandezas Inmemoriales se encuentran reunidas en apenas  seis familias, exponente todas ellas de la más alta nobleza y con siglos de historia a sus espaldas (los orígenes de ellas se insertan en muchos casos más de diez centurias atrás, remontándose casi al nacimiento de los propios reinos hispánicos).

Como curiosidad y a modo de último apunte, decir que el título con Grandeza más antiguo es el Condado de Benavente (en posesión de la Duquesa de Osuna), otorgado en 1398 por Enrique III de Castilla a Juan Alonso Pimentel, y el más moderno el  Condado de Godó, al cual el Rey le concedió la Grandeza de España en el año 2008 en la persona del III Conde, Javier Godó Muntanyola.

Javier Godó Muntanyola, III Conde de Godó (Foto Pedro Madueño)

jueves, 6 de junio de 2013

Boda de la Duquesa de Osuna y Pedro de Solís-Beaumont: Espejo, 1946

El castillo de Espejo, residencia de la Duquesa de Osuna (Foto Pablo Milstein)

De la filmoteca de RTVE traigo este magnífico vídeo de la boda el 27 de octubre de 1946 de Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada, duquesa de Osuna, Gandía y Uceda, entre otros títulos, con Pedro de Solís-Beaumont y Lasso de la Vega, nieto por parte de padre de los Marqueses de Valencina y por parte de madre de los Marqueses de las Torres de la Pressa. El enlace, celebrado en la localidad cordobesa de Espejo, fue uno de los acontecimientos sociales del momento por ser la novia heredera de algunos de los títulos con más solera del Reino y estar emparentada con lo más granado de la nobleza española.

El vídeo podéis verlo pinchando aquí.

Según relatan las crónicas del momento, a las 12:45 el cortejo nupcial, encabezado por la banda de música espejeña que entonaba la Marcha Triunfal de Verdi, salía del castillo familiar en dirección a la parroquia de San Bartolomé. Portaban las arras Rosario y José Duque de Estrada y Martorell, hijos de los Marqueses de Villapanés. Seguía sus pasos la novia cogida del brazo del padrino y tío del contrayente, Andrés Lasso de la Vega y Quintanilla, Marqués de las Torres de la Pressa, mientras que un criado de la casa vestido con galas dieciochescas sujetaba la cola del vestido. Detrás las ocho damas de honor (hijas de los Duques de Estremera, los Marqueses de Menas Albas, los Marqueses de Montemuzo, los Condes de los Andes y los Marqueses de Villapanés) acompañando a la joven duquesa y, por último, el novio con la madrina y madre de la desposada, Petra Duque de Estrada y Moreno de la Serna, duquesa Viuda de Osuna.

La Duquesa de Osuna y Gandía con sus damas de honor y los dos pajes que portaban las arras (Foto Pablo Milstein)

Reseñar el traje y las condecoraciones que ese día portaba Pedro de Solís-Beaumont: uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y al pecho, entre otras, dos cruces de Guerra con distintivo rojo (reservada para aquellos que han destacado por sus servicios y dotes de mando en acciones armadas), placa del Mérito en campaña y medalla de la Legión (en la que combatió durante la Guerra Civil, siendo herido en el transcurso la misma, y a cuyas filas pertenecía en el momento de su boda).

Los Duques de Osuna y Gandía en el centro; a su derecha el Marqués de las Torres de la Pressa; a su izquierda la Duquesa Viuda de Osuna; sujetando la cola del vestido Rosario y José Martorell y Duque de Estrada (Foto Pablo Milstein)

La ceremonia fue oficiada por el obispo de Córdoba, Albino González y Menéndez Raigada, y la misa de velación conducida por el padre Antonio Rodríguez Mira. Terminada la celebración litúrgica, los recién casados abandonaron la iglesia bajo los acordes de la Marcha Nupcial de Wagner dirigiéndose de nuevo al castillo, donde se ofreció un ágape para los más de mil invitados que habían sido convidados al enlace.

Los novios a su salida de la iglesia (Foto Pablo Milstein)

Entre los asistentes se encontraban la Duquesa de Montpensier (viuda de Fernando de Orleans, pretendiente al trono francés y bisnieto de los reyes Luis Felipe I de Francia y Fernando VII de España), los Duques de Medinaceli, los Duques de Alcalá de los Gazules,  los Duques de Béjar, los Marqueses de Villapanés, los Marqueses de las Torres de la Pressa, los Marqueses de la Motilla, la Marquesa Viuda de Menas Albas y su hijo Gabriel, los Condes de Peñaflor y un sinfín más de representantes de la aristocracia española, emparentada toda ella con los recién casados por vínculos familiares y de amistad.

Los padrinos, la Duquesa Viuda de Osuna y el Marqués de las Torres de la Pressa (Foto Pablo Milstein)

No faltaron las atenciones de la Duquesa Viuda de Osuna, siempre tan entregada al servicio hacia los demás, para con los más necesitados. Deseosa de compartir con los más humildes la dicha por el casamiento de su única hija, la Duquesa hizo que fueran repartidas en Sevilla  5.000 comidas entre los pobres el mismo día y a la misma hora que se celebraba la boda y, posteriormente, otras 5.000 comidas en Espejo para todos los desamparados.

Finalizados los actos festivos, la pareja se dirigió a Sevilla, poniendo rumbo posteriormente hacia Cádiz, donde una vez allí partieron a las Canarias, donde pasarían su luna de miel. Los hijos, en este caso dos niñas, no llegarían hasta 1950, año en el que nace la primogénita y heredera de los títulos familiares, Ángela María (actual Duquesa de Arcos de la Frontera y Marquesa de Peñafiel), y 1957, cuando vino al mundo María de la Gracia (a día de hoy Duquesa de Plasencia). 

miércoles, 5 de junio de 2013

La Duquesa de Medinaceli abre el 'Versalles gallego'

(Foto Secretaría Xeral para o Turismo)

La duquesa de Medinaceli abre el pazo. Y es que Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, con posesiones en diversos lugares de la geografía española, ha accedido a que los vecinos de A Estrada (Pontevedra) puedan visitar el pazo de Oca de forma gratuita. La edificación, perteneciente en origen a los nobles gallegos nombrados como marqueses de Camarasa, hoy está en manos de la familia andaluza y la duquesa, a través de su hijo el duque de Segorbe, ejerce de dueña y no permitía que los vecinos se recrearan en los jardines del Versalles gallego sin abonar el estipendio establecido y destinado al mantenimiento de la edificación.

Sigue el enlace para leer el resto:


Sin duda, una excelente noticia que pone en relieve el gran esfuerzo que desde la Fundación Casa Ducal de Medinaceli están haciendo por preservar y poner al alcance de todos su inmenso y rico patrimonio histórico-artístico.

Sotheby's Magnificent and Noble Jewels - 14 Mayo 2013

Cuando el pasado 14 de mayo la casa de subastas Sotheby’s procedió a celebrar su remate de joyas en Ginebra, la mayor parte de la atención mediática estuvo centrada en los lotes que la estrella del cine Gina Lollobrigida decidió poner a la venta con el fin de ayudar en proyectos de investigación médica.

Pasaron, no obstante, desapercibidas otras piezas no menos importantes de diversa procedencia. Entre ellas se encontraban tres alhajas que habían sido propiedad anteriormente de diferentes nobles españoles, como se indicaba en el catálogo de la subasta:

-Un neceser (vanity case) en oro firmado por Cartier París (1935) con unas medidas de 14’7cm x 5’7cm x 1’2cm. Incluye un espejo, espacio para cigarrillos, el pintalabios y la polvera. Únicamente se especifica que era “propiedad de una familia noble española”.

(Foto Sotheby's)

-Un broche en forma de mariposa datado en torno a 1900 cuajado de esmeraldas, ópalos, rubíes y diamantes. Fue un regalo del XVIII duque de Plasencia, José María Martorell Téllez-Girón, a su por entonces compañera, María de la Concepción Heredia y Barrios. Según cuenta la historia, ambos se conocieron en 1931 en el Hotel Universal de Madrid, teniendo que separarse con motivo de la convulsa situación que vivía España por aquellos años. En uno de sus encuentros en Biarritz el Duque entregó a su prometida la joya. No sería hasta veinte años después de conocerse cuando la pareja pudo casarse en Santiago de Compostela. Nótese el simbolismo de la mariposa, cuyas alas representan la libertad y el sentimiento de independencia.

(Foto Sotheby's)

-Un collar de rubíes y diamantes de los años 30 desmontable en dos pulseras. Al igual que el neceser, no se desvela la identidad del propietario más allá de que es “una familia ducal española”.

(Foto Sotheby's)

Todos los lotes consiguieron ser vendidos, por lo que sólo queda por ver quién será la afortunada que podrá lucir las joyas próximamente.

Presentándome

Bienvenido a Nobleza Obliga, un espacio consagrado exclusivamente a la nobleza  española contemporánea, aunque no descarto que puedan aparecer de manera puntual algunas familias italianas o alemanas, que en no pocas ocasiones han enlazado vía matrimonio con los grandes linajes de nuestro país.

Me he propuesto no centrarme en ningún tema en concreto más allá de que esté vinculado con la aristocracia. Lo mismo aparecerán entradas acerca del patrimonio que ha atesorado (y sigue atesorando) la nobleza patria, como de sus labores asistenciales, sus peculiaridades, historias curiosas, noticias relacionadas, etc… Todo con el objetivo de hacer de este blog un lugar donde todos aquellos interesados  en el tema podamos tener un punto de encuentro, sin necesidad de ser expertos ni mucho menos. Sin ir más lejos, yo mismo soy un simple aficionado al tema que he tenido la suerte de poder estudiar Historia al mismo tiempo que me preparo para algún día ser periodista (o lo que el destino me depare).

El nombre del blog, traducido del lema francés noblesse oblige, viene a significar más o menos aquello de que todo noble debe actuar conforme a su rango y posición, aun cuando no le obligue ninguna ley o disposición escrita, sólo por el hecho del peso simbólico del título que porta. Esta idea de lo que se es y de lo que se debe ser, a pesar de lo que pueda transmitirse en los medios, todavía sigue presente en muchos de los que ostentan a día de hoy los títulos más importantes de este país. No son pocos los que colaboran con instituciones sociales y caritativas siguiendo la máxima de que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha (Mt 6:3).

El título, por otro lado, no es nada original: ya aparece en la obra Le lys dans la vallée de Balzac (publicada en 1836) y, más recientemente, da nombre a la obra del autor Ricardo Mateos Sáinz de Medrano que éste dedicó  a los principales títulos españoles, desde la Edad Media hasta la actualidad. Como excusa, decir que no encontré uno mejor para tratar este tema.

A pesar de que la nobleza (española o no) sea más conocida por los escándalos, frivolidades y escarceos que la prensa y la televisión se encargan de airear continuamente (la mayoría de las veces con la complicidad de los propios protagonistas, que han encontrado en sus títulos un trampolín para la fama y la autopromoción), existe otra cara de la misma más preocupada por la puesta en valor y conservación de sus valiosísimas propiedades o la ayuda a los más necesitados a través de diferentes cauces.

Por último, aclarar que no es mi intención presentar a la aristocracia como un colectivo libre de cualquier falta o equivocación. Muy al contrario, no son pocas las miserias y errores que han cometido los aristócratas españoles a lo largo de los siglos, como tampoco lo son los aciertos y aportes positivos. Sin embargo, mientras los primeros han sido proclamados y exagerados hasta la extenuación, los segundos han quedado ocultos por un velo de olvido e indiferencia en la mayoría de los casos.

Hechas las presentaciones, invito a todos los lectores a que participen con sus opiniones, informaciones y correcciones, las cuales estaré encantado de recibir en la dirección de correo noblezaobliga.blogspot@gmail.com

Alejandro.