martes, 10 de diciembre de 2013

El Duque de Medina Sidonia se avergüenza de la expulsión de los judíos y les pide perdón

El Instituto Cervantes albergó ayer un solemne e histórico acto por el que el duque de Medina Sidonia pidió perdón públicamente a la Comunidad Sefardí de Gibraltar por la expulsión de los españoles de religión judía en el Siglo XV. "En mi nombre y en el de mi familia pido perdón públicamente y que sirva de desagravio de unos hechos de los que me avergüenzo", dijo Alonso González de Gregorio y Álvarez de Toledo, que suscitó un sonoro aplauso en la sala. 

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Cinco siglos después de ser expulsados por Enrique Pérez de Guzmán y Meneses, duque de Medina Sidonia, los sefardíes de Gibraltar han recibido con especial agrado las disculpas que Leoncio Alonso González de Gregorio y Álvarez de Toledo, actual duque de Medina Sidonia, les ha transmitido en una emotiva ceremonia celebrada en el Instituto Cervantes del Peñón.

En su discurso, el Duque de Medina Sidonia expresó lo siguiente:

"Soy el primer duque de Medina Sidonia que vuelve oficialmente a Gibraltar más de quinientos años después de que este histórico enclave saliera definitivamente del señorío de mi casa, en 1502, tras su cesión a sus señores naturales, los Reyes de España.

Este tránsito estuvo marcado por los hechos del segundo duque de Medina Sidonia, que contravino los naturales valores de lealtad y justicia naturalmente asociados a la idea de nobleza, al defraudar gravemente los firmes compromisos contraídos con los judíos conversos de Córdoba asentados en Gibraltar, causando con ello gran daño a muchos inocentes ante cuyos descendientes, sentí la ineludible necesidad de pedir verbalmente público perdón.

Ante la Comunidad Sefardí de Gibraltar, heredera moral y en muchos casos genética de aquellos conversos andaluces que en 1474, huyendo de los crueles progromos desatados en Andalucía, acudieron a refugiarse en esta ciudad, siendo apenas dos años después expulsados por su otrora benefactor, mi antepasado, causándoles con ello irreparables daños morales y materiales, me presento en su nombre, en el de la casa Medina Sidonia y en el mío propio, para expresar solemne petición de perdón, no sin señalar que este segundo duque hubiera sin duda aducido en su defensa, que salvó a los conversos de una segura muerte concediéndoles un caro refugio y tal vez, añadido después otras razones personales y políticas que hubieran alejado de él el agravante de la premeditación que algún historiador le imputa, pero en ningún caso hubieran logrado eximirle de la grave responsabilidad que por justicia histórica, hoy en su nombre reconozco".

Un acto este que refleja la clara conciencia que Leoncio Alonso González de Gregorio tiene de sí mismo como representante de la Casa de Medina Sidonia y, por tanto, de sus glorias y sus yerros. Nobleza obliga. 

El Duque de Medina Sidonia durante el acto (Foto Instituto Cervantes de Gibraltar)

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