lunes, 23 de diciembre de 2013

Se busca marqués del Casco Vello

Le costaría dinero y pleitos. También, buscar algún lejano parentesco con el militar decimonónico Pablo Morillo. Pero usted, amable lector, podría convertirse en Marqués del Casco Vello. Porque, al menos, cuenta con una remota baza para conseguirlo: el título nobiliario acaba de cumplir 51 años vacante. Nadie, desde 1962, ha vuelto a ser Marqués de la Puerta de la Gamboa, que es la denominación exacta del título.

Puedes leer la noticia completa en el siguiente enlace:


En España abundan los títulos nobiliarios que, una vez muerto el último poseedor y pasados cinco años desde el óbito, nadie reclama o que, en caso de que alguien haya solicitado suceder al mismo, se ha rechazado su petición por no cumplir con todos los requisitos necesarios. Son los títulos que se consideran caducados, como es el caso del Marquesado de la Puerta, otorgado a Pablo Morillo y Morillo por sus éxitos militares en América durante las guerras de independencia (la denominación del marquesado según diversas fuentes hace referencia a la Tercera Batalla de la Puerta o Batalla del Sémen y no a la derruida Puerta de Gamboa, como cita el artículo), cuyo último titular fue Aníbal Morillo y Pérez, que heredó el marquesado en 1886 y falleció en 1929. Posteriormente su sobrino intentaría obtener el título, pero al morir en 1962 el proceso quedó suspendido. 

Hasta el año 1988 cualquier persona que hubiera podido acreditar su parentesco con uno de los titulares del Marquesado de la Puerta habría estado en disposición de iniciar los trámites de rehabilitación y, finalmente, suceder en el mismo sin importar cuántos años hubieran transcurrido entre la muerte del último titular y el inicio de la rehabilitación. 

Gracias a esta disposición legal se pudieron rehabilitar durante años títulos que llevaban incluso varios siglos caducados, siendo algunos de estos casos los que siguen:

-En 1895 José Antonio Azlor de Aragón y Hurtado de Zaldívar, duque de Villahermosa a la muerte de su padre en 1919, obtuvo el Ducado de Luna, concedido en 1495 a Juan José de Aragón y Sotomayor, único poseedor del ducado. 

-En 1902 era Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, duque de Alba, quien recuperaba para sí el Ducado de Arjona, concedido en 1430 a Fadrique de Aragón, también único poseedor del mismo por habérsele confiscado a causa de sus intrigas políticas.

-En 1985 María del Pilar Paloma de Casanova y Barón, por aquel entonces condesa de Cabra, obtuvo el Ducado de Baños después de que su anterior titular falleciera en 1780. 

-En 1986 el Ducado de la Palata fue rehabilitado por María del Pilar Azlor de Aragón y Guillamas, duquesa de Villahermosa, tras más de ocho décadas de vacancia, habiendo sido la última titular María del Carmen Azlor de Aragón e Idiáquez, muerta en 1905. 

Cuando a mediados de los 80 se destapó una trama dedicada a la falsificación de documentos con el fin de obtener de manera ilícita títulos caducados, se acabó por restringir la rehabilitación de los mismos. Para ello, mediante el Real Decreto 222/1988 y debido a "la necesidad de dar mayor seguridad a la documentación aportada por los interesados para la obtención de las mercedes nobiliarias por la vía de la rehabilitación, así como la necesidad de limitar la mencionada vía a supuestos excepcionales", se limitó a 40 años el periodo por el que un título podía permanecer caducado (a lo que hay que sumar los cinco años que debe un título quedar vacante antes de considerarse caducado). Pasadas esas cuatro décadas el título ya no es posible rehabilitarlo y queda caducado de manera perpetua, tal y como ocurre actualmente con el Marquesado de la Puerta, cuya utilización a día de hoy no es legal por haber sido excedido sobradamente el plazo de 40 años límite para su rehabilitación.

Aníbal Morillo y Pérez (Foto RAC)

1 comentario:

  1. Hola, quisiera saber que tipo de falta o delito se comete cuando se usa un título nobiliario caducado, pues anteriormente ha comentado que no es legal su uso. Gracias.

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