miércoles, 24 de diciembre de 2014

Margarita, la 'otra' madre de Cayetano Martínez de Irujo

Sus 93 años no la han dejado acudir a la gran despedida de los madrileños a la duquesa de Alba, presidida por Don Juan Carlos y Doña Sofía. Tras la muerte de doña Cayetana, sus hijos, sobretodo Cayetano y Eugenia, tendrán que estar pendientes ahora de su "otra madre", Margarita Cayarga, "la nana".

La noticia completa aquí:


Emotiva la historia que publica La Otra Crónica sobre la especial relación que mantiene Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona y conde de Salvatierra, con la que fue su niñera. A pesar de los años transcurridos, el vínculo entre los dos se ha mantenido y hasta acrecentado si cabe con el tiempo, siendo Cayetano Martínez de Irujo el tutor legal de la hija de su nanny, aquejada de síndrome de Down. 

El Conde de Salvatierra junto a su niñera (Foto El Mundo)

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El «virrey temerario», el español que combatió a los corsarios y limpió Nápoles de rufianes

El fuego se combate con más fuego debió pensar Pedro «el Grande», el virrey español de Nápoles entre 1616 y 1620, cuando decidió organizar una marina paralela para realizar acciones de corso contra los turco-berberiscos. Su amigo y consejero, el poeta Francisco de Quevedo, cantó en versos los éxitos de esta flotilla de galeras y galeones: «Sacó del remo más de dos mil fieles, y turcos puso al remo mil personas». Así y todo, su fama le granjeó numerosos enemigos en la corte, que en 1620 consiguieron que Felipe III destituyera al «virrey temerario» al que acusaron de buscar con sus acciones el lucro personal y la independencia de Nápoles. Falleció en una mazmorra como un vulgar delincuente el 24 de septiembre de 1624, siendo sus últimas palabras: «Si cual serví a mi rey sirviera a Dios, fuera buen cristiano».

El artículo completo en este enlace:


El Gran Duque de Osuna, Pedro Téllez-Girón y Velasco, duque de Osuna, marqués de Peñafiel y conde de Ureña, fue uno de los grandes personajes de la corte de Felipe III. Leal servidor de la Monarquía, terminó sus últimos días en un presidio acusado por sus enemigos políticos de conspirar contra la Corona. 

Francisco de Quevedo, su gran protegido, le dedicó a su muerte los siguientes versos:

Faltar pudo su patria al grande Osuna,
pero no a su defensa sus hazañas;
diéronle muerte y cárcel las Españas,
de quien él hizo esclava Fortuna.

Pedro Téllez-Girón y Velasco, duque de Osuna (Foto Biblioteca Nacional)

domingo, 7 de diciembre de 2014

Cibeles exhibe el belén napolitano de los duques de Cardona

CentroCentro Cibeles desarrolla desde hace tres temporadas un programa expositivo centrado en la exhibición de los grandes belenes de nuestro país y que cada Navidad se convierte en una de las atracciones favoritas de madrileños y visitantes. Este año, el Belén napolitano de los duques de Cardona, legado de la Casa Ducal de Medinaceli, una joya belenística del siglo XVIII, se puede contemplar, de manera extraordinaria, fuera de su emplazamiento habitual y tras décadas sin ser expuesto al público.

Continúia leyendo aquí:


Hasta el 1 de febrero todos los madrileños y turistas que visiten la capital podrán disfrutar en el Palacio de Cibeles del belén que en 1784 encargó a Nápoles Luis María Fernández de Córdoba y Gonzaga, duque de Medinaceli. Está compuesto por más de 200 piezas y cuenta con la particularidad de que sus figuras están realizadas enteramente en madera.

Por herencia actualmente el conjunto es propiedad de Casilda Ghisla Guerrero-Burgos y Fernández de Córdoba, duquesa de Cardona. 

Vista de parte del belén (Foto Revista de Arte)

jueves, 27 de noviembre de 2014

Reacciones a la muerte de una Grande de España

Como era de esperar, la muerte de la popular Cayetana Fitz-James Stuart y Silva ha hecho correr ríos de tinta en todos los medios escritos, más allá de líneas editoriales, tendencias políticas e incluso barreras geográficas. Entre informaciones más serias y otras que directamente rayan el mal gusto, artículos más contrastados y artículos que no hay por dónde coger, opiniones bien fundamentadas y exabruptos cuyos autores nos hubieran hecho un favor a todos ahorrándoselos, son cientos las páginas que estos días se han ocupado de la vida, obras y muerte de la Duquesa de Alba.

De todos los textos que he leído he seleccionado algunos de los que me han parecido más reseñables. El primero de todos, como no podía ser de otra forma, el de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Huéscar y heredero de los títulos familiares, en ABC:


El segundo de los hijos de Cayetana Fitz-James Stuart, Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Aliaga e Híjar, también escribió sobre la matriarca de los Alba, en este caso en El País:


Destacables son también los dos recuadros que el siempre acertado Antonio Burgos publicó en su espacio de ABC:



El que fuera alcalde de Sevilla entre 1999 y 2011, Alfredo Sánchez Monteseirín, no quiso dejar de pasar la oportunidad de compartir algunas de sus vivencias junto a la Duquesa de Alba:


El periodista de El Mundo Manuel Jabois también le dedicó su columna a la aristócrata, aunque con una reflexión que se aleja de la línea de las anteriores:


Y, por último, dos opiniones que muestran cómo algunos aún viven bajo las consignas y la retórica de tiempos pasados, independientemente de que puedan tener o no razón en algunas de sus apreciaciones. El autor del primero es el experimentado periodista Íñigo Sáenz de Ugarte y el del segundo Diego Cañamero, miembro del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT):



Para terminar, qué mejor forma de concluir esta entrada en el blog que parafraseando al gran Antonio Burgos: "Que el albero de la primavera te sea siempre leve, querida Cayetana". Con tus aciertos y tus errores. 

Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba de Tormes, 1926-2014
(Foto El País)

jueves, 20 de noviembre de 2014

En la muerte de la Duquesa de Alba

En estos momentos es difícil que nadie con un mínimo interés por la actualidad no sepa ya del fallecimiento de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba de Tormes. Por tanto, considero que no aportaría demasiado repetir aquí lo que ya todos los periódicos y televisiones han repetido y repetirán en los próximos días acerca de la increíble vida de la Duquesa de Alba. 

No fue ni la que más títulos tuvo ni tampoco la que ostentaba el título de mayor relevancia histórica dentro de la aristocracia española, pero a pesar de ello consiguió mantener y aumentar la leyenda, otorgándole casi tintes mitológicos, de la Casa de Alba, que se ha convertido para los españoles en el centro y referencia casi única de lo que a día de hoy es la nobleza. 

Ha muerto tal y como vivió: rodeada del calor de una España que la ha adorado hasta el final, demostrándole cariño y fascinación por su figura (incluidos los que, con la boca pequeña, se han visto forzados por condicionantes políticos a criticarla por su rango de aristócrata y terrateniente, algo que algunos parecen no poder perdonarle). Su popularidad era tal que la noticia de su expiración ha ocupado las portadas de todos los diarios y hasta ha hecho que nadie recuerde que en este 20 de noviembre se cumplen 39 años del fallecimiento de Francisco Franco, fecha que en ocasiones anteriores se ha visto salpicada por la polémica.

Dejando de lado su faceta más folclórica y popular, es reseñable el aporte realizado por la Duquesa de Alba al mundo de la cultura, preservando para generaciones futuras el valioso patrimonio histórico-artístico de la familia mediante la Fundación Casa de Alba.

Con la partida de Cayetana Fitz-James queda prácticamente finiquitada una época de la nobleza de este país; época marcada por una serie de damas que han ejercido la jefatura de las principales casas aristocráticas de España. Únicamente queda ya como último vestigio de esta generación la también sevillanísima Duquesa de Osuna, nacida en 1925.

La periodista Ana R. Cañil, que redactó las memorias de la Duquesa de Alba, escribía en El País que "tres cosas torturaban los últimos años de la 18ª duquesa de Alba: no haber sido buena madre (...), saber si Dios le perdonaría sus pecados (...) y no estar segura de si su legado, la Casa de Alba, sobrevivirá con sus hijos". Dios, la dinastía y sus hijos: los que podría decirse que fueron los tres ejes que guiaron la existencia de esta polifacética mujer que rompió moldes a la vez que supo conservar la tradición centenaria de la que fue depositaria a la muerte de su padre.

Sirvan, por último, como humilde homenaje a esta mujer, irrepetible para bien o para mal, estos versos que el poeta Francisco Sánchez Barbero dedicó a la otra Cayetana que fue duquesa de Alba, aquella que vivió en el siglo XVIII y posó para Goya:

La duquesa murió. La luz brillante
del astro de Alba, entre ofuscadas nieblas
se esconde: su semblante
las gracias halagüeñas abandonan,
y en torno la coronan
sin fin amarillez, sin fin tinieblas.
Un ¡ay! continuo por su helado lecho
va fúnebre sonando;
y sus tiernos amigos 
cubierto de dolor el triste pecho,
y a golpe tal atónitos quedando,
con lúgubre silencio le rodean,
con encendido llanto le humedecen.
Vanamente el espíritu desean
a su amiga volver: desconsolados
la llaman, no responde, y enmudecen.
Míranla, y desmayados 
su faz llorosa contra el lecho oprimen.
Otra vez vuelven a llamarla, y gimen.
Otra vez a mirarla, y desfallecen.

La Duquesa de Alba bailando sevillanas en una de sus fotografías más conocidas (Foto ABC)

Auge y caída de los Benjumea

El escritor Antonio Burgos dijo de él que era el ‘venerable entre los venerables’. Pero, en realidad, era simplemente el jefe. Ser venerable, como lo define el diccionario de la Real Academia, es el primer paso camino de la santidad, y aunque Javier Benjumea Puigcerver (1915-2001) era casi de misa diaria, nunca congregó fieles a su alrededor. Seguramente, porque no los necesitaba.

Continúa leyendo en este enlace:


Los orígenes empresariales del gran emprendedor, como se suele decir hoy en día, que fue Javier Benjumea Puigcerver son glosados en este artículo firmado por Carlos Sánchez. Patrono de Abengoa y promotor de la Fundación Fondo de Cultura de Sevilla, Javier Benjumea era sobrino de Rafael Benjumea Burín, conde de Guadalhorce, y Joaquín Benjumea Burín, conde de Benjumea

Le fue concedido el Marquesado de la Puebla de Cazalla en 1994 por "la extraordinaria dedicación al mundo de la economía y al fomento de las actividades culturales y sociales, que han llegado a multitud de beneficiarios". También recibió otros reconocimientos como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Medalla al Mérito en Bellas Artes y la Gran Cruz del Mérito Civil.


El Marqués de la Puebla de Cazalla (Foto Abengoa)

martes, 18 de noviembre de 2014

Las intrigas de la Duquesa de Dúrcal

Leticia Dúrcal era una mujer con dos caras. Quizá con más de dos. Para lo que interesa, dos de ellas se pueden ver, incluso, hoy en día. La primera Dúrcal quedó para la posteridad en un retrato –no fue el único– que Manuel Benedito le dedicó en 1910. Por entonces tenía poco más de 18 años y una belleza que, sin duda, facilitó su impactante irrupción en la sociedad madrileña. Benedito pintó un retrato precioso, de esos que Boldini y Laszlo vendían a decenas en Europa y que, para bien o para mal, han desaparecido de la Historia del Arte. Quizá esta sería su cara más conocida, con la que supo convivir (y que siempre fomentó) durante toda su vida.

Continúa la lectura en este enlace:


Emotivo recuerdo el que realiza José Hernández Barral, un joven historiador que ha realizado ya varios trabajos sobre la aristocracia española en la Edad Contemporánea, de María Leticia Bosch-Labrús y Blat, duquesa de Dúrcal por su matrimonio con Fernando Sebastián de Borbón y Madán, descendiente del rey Carlos III. No fue el suyo un matrimonio feliz por las infidelidades manifiestas de su marido, lo cual llevó a que los tribunales eclesiásticos dictaran sentencia de divorcio en 1928. Falleció en 1981 a los 91 años de edad, dejando dos hijas, María Cristina de Borbón y Bosch-Labrús, heredera del título paterno y casada con el multimillonario boliviano Antenor Patiño (hijo de Simón Iturri Patiño, padre éste de Elena Patiño, madre de la Marquesa del Mérito), y Leticia Fernanda de Borbón y Bosch-Labrús

La Duquesa de Dúrcal retratada por Anglada Camarasa
(Foto Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía)

jueves, 13 de noviembre de 2014

Premio al editor Jacobo Siruela

El universo primordial de Jacobo Siruela está en el jardín. Años ha tardado en darse cuenta, porque años tarda la consciencia en aprehender lo esencial. Años o siglos. Primero fue editor, escritor y diseñador gráfico, "ahora quisiera añadir en mi perfil de Wikipedia: jardinero". Jacobo Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, conde de Siruela, Madrid, 15 de julio de 1954: un hombre a contracorriente.

El artículo completo en este enlace:


Jacobo Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, conde de Siruela, es junto a su esposa, Inka Martí, la cabeza visible de Atalanta, una pequeña editorial dedicada a publicar libros "que otros editores olvidan". Previamente, en 1982 fundó Ediciones Siruela, la cual vendió para crear la mencionada Atalanta.

Inka Martí y el Conde de Siruela (Foto Atalanta)

lunes, 10 de noviembre de 2014

El lado oscuro de la Reina María Cristina Borbón Dos Sicilias

Nace el 27 de abril de 1806 en Palermo. Sus padres fueron Francisco I de las Dos Sicilias y la infanta María Isabel de Borbón que era hija de Carlos IV de España y hermana de Fernando VII. Tuvo una educación esmerada en su vida en Nápoles. Esta formación se basaba más en la cultural que en la política política, y toda su idea de política era que siempre tenía que haber un gobierno fuerte. 

Sigue leyendo en este enlace:


Maria Cristina de Borbón, madre de la desdichada Isabel II y más conocida como la Reina Gobernadora por haberse visto obligada a ejercer la regencia al morir Fernando VII, gozó indudablemente de mayor felicidad en su vida personal que en la política. Fue obligada a abandonar en dos ocasiones el país por conspirar y pasó la mayor parte de su vida en el exilio junto a la abundante prole que concibió con su segundo marido, el sargento de Guardia de Corps Agustín Fernando Muñoz y Sánchez, con el que se casó en secreto.

El Duque de Riánsares (Foto Moreno)

Isabel II, haciendo gala de la enorme generosidad que la caracterizaba, concedió numerosos títulos tanto a la familia de su padrastro como a la descendencia habida de estas segundas nupcias de la Reina Gobernadora. En primer lugar, Agustín Muñoz recibió el Ducado de Riánsares y el Marquesado de San Agustín. Juan Antonio Muñoz y Funes, padre del Duque de Riánsares, obtuvo el Condado de Retamoso. A sus medio hermanos Muñoz y Borbón, la Reina otorgó las siguientes dignidades nobiliarias: 

-María de los Desamparados: Condado de Vista Alegre (elevado por Alfonso XII a ducado en 1876 en la persona de Augusto de Czartoryski, único hijo de María de los Desamparados y su esposo, el príncipe polaco Ladislao Czartoryski).

-María de los Milagros: Marquesado de Castillejo.

-Agustín María: Ducado de Tarancón y Vizcondado de Rostrollano. 

-Fernando María: Condado de Casa Muñoz y Vizcondado de la Alborada (al que se le otorgó la Grandeza de España en 1907 por Alfonso XIII siendo la titular Rita Muñoz y Bernaldo de Quirós).

-María Cristina: Marquesado de la Isabela y Vizcondesa de la Dehesilla. 

-Juan Bautista: Condado del Recuerdo y Vizcondado de Villarubio. 

-José María: Condado de Gracia y Vizcondado de la Arboleda. 

Únicamente quedó sin recibir un título el séptimo de los hermanos, Antonio de Padua, muerto siendo un niño.  

Isabel II no fue la única en repartir títulos entre sus parientes, teniendo como antecedentes a Carlos IV y Fernando VII, aunque quizás sí las más espléndida. Tanto Alfonso XII, como María Cristina de Habsburgo-Lorena y Alfonso XIII continuaron ennobleciendo a sus primos Borbón, más o menos lejanos, con la intención en muchos casos de procurarles una buena posición social, ya que la mayoría de ellos carecían de rango real por pertenecer a ramas menores de la familia. 

María Cristina de Borbón, madre de Isabel II (Foto Biblioteca Nacional)

viernes, 7 de noviembre de 2014

Vicente D. Cebrián-Sagarriaga, la nueva era de Murrieta

Tras nueve años de restauración, Marqués de Murrieta reabre sus puertas imponente y sofisticada. Su propietario, Vicente D. Cebrián-Sagarriga, habla de la modernización de esta firma histórica fundada por Luciano de Murrieta en 1852.

La entrevista completa aquí:


El dueño de las bodegas Marqués de Murrieta, Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriaga y Suárez-Llanos, conde de Creixell, repasa la trayectoria de su familia al frente de la prestigiosa empresa, fundada por Luciano Murrieta y Ortiz, marqués de Murrieta, en 1852 y adquirida por el padre del Conde de Creixell en 1983. 

El rey Juan Carlos y el Conde de Creixell el pasado 21 de octubre
(Foto Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos)

jueves, 6 de noviembre de 2014

El duque de Huéscar: "Estamos buscando los 200 millones que nos ha quitado Forbes"

Este martes se publicaba el ranking de las mayores fortunas de España según la revista Forbes. La duquesa de Alba aparece en la novena posición, con un capital de 2.800 millones de euros. Una cantidad inferior a la que le adjudicaron en la lista de 2013, cuando cuantificaban su patrimonio en 3.000 millones, que la situaban en un octavo puesto, por encima de los March y Alicia Koplowitz.

El resto de la noticia aquí:


Al igual que el pasado 2013, la revista Forbes ha vuelto a situar a Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba de Tormes, en la lista de las mayores fortunas de España. Eso sí, esta vez le atribuyen 200 millones de euros menos en patrimonio que en la anterior edición. 

Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra y duque de Arjona, se encargó de desmentir el año pasado que el patrimonio familiar, muy difícil de cuantificar por incluirse en él numerosos edificios históricos y obras de arte, fuera de tal magnitud. Esta vez ha salido al paso el mayor de los hermanos, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Huéscar, que se ha tomado con humor las afirmaciones de la revista. 

La Duquesa de Alba en compañía del Duque de Huéscar (Foto 20Minutos)

Monasterio de San Jerónimo, una joya desconocida del gótico

El Real Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso conforma una de las estampas más reconocibles del diálogo que la ciudad de Córdoba mantiene con Sierra Morena, a pesar de que, a lo largo de su historia, que se remonta a varios siglos, ha existido en torno a él un halo de misterio y desconocimiento.

Continúa la lectura en el siguiente enlace:


Gracias al acuerdo al que han llegado la Universidad de Córdoba, el Conjunto Arqueológico de Medina Azahara y Victoria Elena López de Carrizosa y Patiño, marquesa del Mérito, podrá ser visitado el Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, propiedad de esta última. Situado en Sierra Morena, muy cerca del yacimiento de Medina Azahara, en 1912 lo adquirió José María López de Carrizosa y Garvey, marqués del Mérito, quien se hizo cargo de la restauración del edificio, por aquel entonces en estado de ruina. Actualmente la familia continúa habitándolo, especialmente en primavera y otoño, ya que, como afirma la propia Victoria Elena López de Carrizosa, "San Jerónimo me ha encantado siempre, toda la familia siente afecto por el monasterio".

Vista del monasterio (Foto Paseos por Córdoba)

sábado, 25 de octubre de 2014

A subasta un reloj del Duque del Infantado

El 10 de noviembre todos aquellos coleccionistas que lo deseen podrán pujar en el remate que organiza en Ginebra la casa de subastas Christie's por un reloj de bolsillo que perteneció a Pedro de Alcántara de Toledo y Salm-Salm, duque del Infantado, Lerma, Pastrana, Francavilla y Estremera, marqués de Santillana, Távara y el Cenete, conde de Saldaña y príncipe de Mélito y Éboli, por citar algunos de sus múltiples títulos. 

Pedro de Alcántara de Toledo y Salm-Salm, duque del Infantado
(Foto Wikipedia Commons)

Destacado militar, fue el precursor del Regimiento de Voluntarios de Castilla, con el que luchó contra la Francia revolucionaria. Su cercanía a Fernando VII le valdría la presidencia del Consejo de Castilla, así como la confiscación de sus numerosos estados por orden de Napoleón una vez que éste entró en España. Posteriormente, con las tropas francesas en nuestro país, fue enviado a Londres por mandato de la Regencia como embajador extraordinario y, estando todavía en la capital británica, se le nombró presidente de la Junta de Regencia que en 1812 promulgó la Constitución de Cádiz. A la vuelta de Fernando VII volvió a presidir el Consejo de Castilla. Con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis comandados por el Duque de Angulema, el Duque del Infantado obtuvo el cargo de presidente de la Regencia que se formó. Ya durante la última década absolutista del reinado de Fernando VII ocupó varios puestos de carácter militar y el cargo de Secretario de Estado. El último servicio que le encomendó el hijo de Carlos IV fue el de asesorar a su viuda en las tareas de gobierno mientras durara la minoría de edad de Isabel II. Los últimos años de este gran hombre de Estado, fallecido en 1841, se vieron empañados por el secuestro al que le sometieron en París Josefa Montenegro, una antigua amante, y un médico llamado José Vieta, que pretendían obtener hacerse con la fortuna del aristócrata.  

Volviendo al reloj que se subastará en Christie's, éste fue adquirido en 1802 por el Duque del Infantado a la prestigiosa firma Breguet por la cifra de 4.200 francos, una cantidad considerable para la época. Realizado en oro, únicamente se realizaron una treintena de ejemplares de este tipo. Como nota curiosa, Pedro de Alcántara de Toledo tuvo que esperar cerca de cuatro años, hasta 1806, para recibir el reloj que ahora sale a remate.

El reloj que será próximamente subastado (Foto Christie's)

sábado, 18 de octubre de 2014

La Condesa de Revilla de Camargo contra Fidel Castro

El Museo Thyssen Bornemysza inaugura en Madrid por estos días una exposición de Hubert de Givenchy. La muestra sigue la tendencia impuesta por Diana Vreeland de llevar la alta costura a grandes museos de arte. De cara a esa retrospectiva, la edición española de Vanity Fair ha publicado un reportaje donde el modisto muestra su palacio del siglo XVI en las cercanías de París, rememora su carrera y habla en esos recuerdos de una clienta cubana: la Condesa de Revilla de Camargo.

Sigue leyendo en este enlace:


Nacida en el seno de la conocida como sacarocracia (la alta burguesía terrateniente que detentaba el poder en Cuba antes de la llegada de los Castro al poder), María Luisa Gómez-Mena y Vila fue una socialite que destacó por sus filantropía (junto con otras personalidades del momento fundó la Liga Cubana contra el Cáncer y recibió por parte de la Universidad Católica de Santo Tomás de Villanueva el Doctorado Honoris Causa en Derecho Público por la ingente ayuda económica prestada a dicha institución) y su afán coleccionista. 

En 1902 casó en la capital cubana con el santanderino Agapito de la Cagiga y Aparicio, conde de Revilla de Camargo desde que en 1927 Alfonso XIII le concediera el título. De este matrimonio no nacieron hijos, por lo que después de morir en 1938 Agapito de la Cagiga el título pasó al sobrino de éste, José María de la Cagiga y Arce.

Por su suntuoso palacio de La Habana pasaron, entre otros, el rey Leopoldo III de Bélgica, los Condes de Barcelona, los Duques de Windsor y los Duques de Alba. Se vio obligada a abandonar la isla después de los sucesos revolucionarios de 1959, siendo su residencia confiscada y convertida años más tarde en el Museo Nacional de Artes Decorativas. María Luisa Goméz-Mena nunca regresó a Cuba, terminando sus últimos días en el exilio.

La Condesa de Revilla de Camargo
(Foto Museo Nacional de Artes Decorativas)

A modo de aclaración, hay señalar que en el artículo se plantea la posibilidad de que la que escribió la carta a Fidel Castro no fuera María Luisa Gómez-Mena, lo cual puede llevar a confusión. Tanto la propietaria del palacio (del cual se pueden ver unas magníficas imágenes aquí) como la autora del citado escrito eran la misma persona, esto es, la viuda del Conde de Revilla de Camargo.

El Tribunal Constitucional confirma el título de marquesa a favor de la hija mayor

La hija mayor será marquesa y el hermano menor se quedará sin el título nobiliario que la madre le cedió en vida. Lo ha consagrado el Tribunal Constitucional en una sentencia pionera que ha rechazado el último recurso de un marqués que no quería perder el título. Se trata de la hija mayor de una marquesa con residencia en Cádiz y vinculada a Sevilla (cuya identidad no han facilitado) que podrá heredar el título nobiliario que la madre había cedido a su hermano menor por ser varón.

El resto de la noticia aquí:


Nuevo baile de títulos dentro de la aristocracia a causa de la Ley 33/2006 sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de títulos nobiliarios, que de seguro no será el último. 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Bárbara G.-Maturana: 'Se está violando la voluntad de mi padre'

Bárbara Gutiérrez-Maturana-Larios (36 años) se ha decidido a hablar por primera vez en un medio acerca de la pugna judicial que mantienen tanto ella como su madre, Bárbara Kalaschnikoff (73), y su hermana Cristina (41) con su hermano Carlos (57) por la herencia de su padre, Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios y Príes, marqués de Paul, fallecido hace 10 años. Carlos, hermano por parte de padre de Bárbara, es fruto del primer matrimonio del marqués con Julia Altuna y ostenta hoy el título del patriarca.

Lee la entrevista en este enlace:


Después de que VozPópuli publicara semanas atrás un reportaje sobre pleito en el que llevan años inmersos los hijos de Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios y Príes, marqués de Paúl (el cual puedes leer aquí), una de las implicadas, Bárbara Gutiérrez-Maturana-Larios Kalachnikoff, ha decidido romper su silencio aceptando ser entrevistada por El Mundo

No es la primera vez que en los medios de comunicación se trata este delicado asunto, lo que en 2013 le valió a la revista Época el ser condenada a pagar una indemnización de 30.000 euros a Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna, marqués de Paúl desde 2004, por intromisión a la intimidad y vulneración del derecho al honor. 

El Marqués de Paúl, padre de Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna y
Bárbara Gutiérrez-Maturana-Larios Kalachnikoff (Foto El País)

domingo, 12 de octubre de 2014

Marina Castaño, sin honores ni fortuna

"El que resiste, gana”. El viejo Nobel repetía una y otra vez su lema para aleccionar a Marina Castaño, su jovencísima esposa y administradora de su fortuna. Pero él ha tenido que esperar a morir para ganar. En la batalla por el legado del escritor al final han vencido los dos Celas, hijo y padre. El último, que murió en 2002 técnicamente insolvente, ha visto cumplido su deseo desde el otro mundo, puesto que su viuda queda fuera de la Fundación Camilo José Cela. El propio escritor así lo dejó establecido en el caso de que ella volviera a casarse. Como consecuencia de este triunfo sale también beneficiada su nieta Camila, de 25 años, que no conoció al abuelo del que, hasta el momento, solo había heredado un nombre y unos poderosos genes que saltan a la vista.

Accede al resto en el siguiente enlace:


Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela Trulock, al que el rey Juan Carlos le otorgó el Marquesado de Iria Flavia en 1996, deberá devolver parte de la herencia que recibió de su esposo a Camilo José Cela Conde, el único hijo que el escritor tuvo con su primera esposa, María del Rosario Conde Picavea, y actual marqués de Iria Flavia. De igual manera, la Fundacion Pública Galega Camilo José Cela también deberá abonar más de un millón de euros a Cela Conde. Con ello se pone fin a años de enfrentamientos en los tribunales por el legado de Cela, que en 1989 recibió el Nobel de Literatura.

Camilo José Cela Conde, marqués de Iria Flavia (Foto DiCYT)

sábado, 11 de octubre de 2014

De la primera mujer doctorada de la historia de España

La noble lucha por la equiparación de la mujer, hoy envilecida por muchas que bajo la pátina del feminismo luchan por convertir en derechos de la mujer lo que no son sino aberraciones, tiene hitos formidables desconocidos incluso para las que presumen de adalides de la lucha femenina, entre los cuales es obligado citar el de la gran María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda, primera mujer doctorada de España.

El artículo completo aquí:


Del blog que Luis Antequera publica en el portal Religión en Libertad traigo esta interesantísima reseña biográfica de María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda, la primera mujer que se doctoró en nuestro país, en concreto en la Universidad de Alcalá, cuando tan sólo contaba con 17 años. 

Perteneciente a alta nobleza, era hija de Diego Ventura de Guzmán y Fernández de Cordoba, marqués de Aguilar de Campoo y Montealegre y conde de Oñate, entre otros títulos, y María Isidra de la Cerda y Guzmán, duquesa de Nájera y condesa de Paredes de Nava. 

Grabado que muestra a María Isidra Quintina de Guzmán (Foto Biblioteca Digital Hispánica)

miércoles, 8 de octubre de 2014

Linares: un palacio de leyenda

Mateo Murga fue un personaje que en la primera mitad del siglo XIX hizo una inmensa fortuna gracias a sus negocios con Cuba y a su actividad empresarial pues, según Alba Carballeira, historiadora de arte y guía de la Casa de América, "tenía una red industrial que, salvo la banca, lo abarcaba todo: metalurgia, ferrocarriles, textil, minería...". Este multimillonario tuvo cuatro hijos, Joaquín, José, Carmen y Eduardo, pero solo José vivió lo suficiente para heredar cuando Mateo murió en 1857.

Sigue leyendo aquí:


La residencia de José de Murga y Reolid, marqués de Linares y vizconde de Llanteno por concesión de Amadeo I, y su esposa, Raimunda Osorio y Ortega, conocida más comúnmente como Palacio de Linares, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura palaciega del XIX con los que cuenta Madrid. En la actualidad es la sede de Casa América, pudiendo realizarse visitas guiadas los fines de semana por la mañana.

Vista frontal del palacio (Foto Wikipedia Commons)

jueves, 2 de octubre de 2014

La herencia del condado de la Vega Grande

"Conocer la historia de la familia del Conde de la Vega Grande es entrar de lleno en la historia de la isla de Gran Canaria". Con estas palabras resumió Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna, noveno conde la Vega Grande, el trabajo de investigación que han realizado los catedráticos de Historia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Manuel Lobo y Fernando Bruquetas, y que han condensado en el libro El Condado de la Vega Grande de Guadalupe. Alejandro del Castillo explicó que sus parientes fueron pioneros en el cultivo de la caña de azúcar, de cereales, de viñedos, de cochinilla, de tomates, de plátanos, también en la ganadería, y además, impulsaron la actividad turística en el sur de Gran Canaria, hoy el motor económico de la Isla.

El resto aquí:


Los historiadores Fernando Bruquetas de Castro, autor de Reyes que amaron como reinas (La Esfera de los Libros), y Manuel Lobo Cabrera acaban de publicar La Casa Condal de la Vega Grande de Guadalupe: Historia de una familia (Fotocopias Anaga). En este trabajo de investigación se relata la trayectoria de este linaje, a quien Carlos III concedió en 1777 el Condado de Vega Grande de Guadalupe en la persona de Fernando Bruno del Castillo Ruiz de Vergara, y sus importantes aportaciones a la isla de Gran Canaria.

Alejandro del Castillo, conde de Vega Grande de Guadalupe
(Foto MaspalomasAhora)

jueves, 18 de septiembre de 2014

Velas y perfumes con olor a los jardines del pazo de Oca

La Fundación Casa Ducal de Medinaceli ha puesto en marcha una innovadora aventura empresarial basada en productos que da la propiedad del pazo de Oca. El proyecto está coordinado y diseñado por el presidente adjunto de la Fundación, Pablo de Hohenlohe, que anuncia y explica en la revista «¡Hola!» los detalles del mismo.

La noticia completa en este enlace:


Con el objetivo de aumentar sus ingresos, la Fundación Casa Ducal de Medinaceli sacará a la venta una serie de productos relacionados con los aromas del Pazo de Oca, una de las propiedades con las que cuenta la institución. Esta nueva línea comercial nace, además, como un homenaje a la fallecida Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, duquesa de Medinaceli, tal y como explica su nieto Pablo de Hohenlohe.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Luisa de Guzmán: una onubense reina de Portugal

Este año mis vacaciones en familia han transcurrido en el cercano y fascinante Portugal, concretamente en Estoril, Cascais, Lisboa y la península de Troia, frente a la ciudad de Setúbal y la Costa Caparica. Han sido paisajes y vivencias inolvidables, en todo momento acompañados por el espíritu del poeta Fernando Pessoa y su libro Lisboa, lo que el turista debe ver (1925), un breve ensayo sobre la ciudad del Tajo, un viaje pormenorizado por su historia y su cultura, y un recorrido por sus monumentos, sus cálidos cafés y sus pequeños pero maravillosos rincones. Fue en la iglesia-monasterio lisboeta de Sâo Vicente de Fora donde me topé con una parte significativa de la Historia de Portugal y sorprendentemente enlazada con la ciudad de Huelva. En esta iglesia-monasterio se encuentra el panteón de la dinastía Bragança, reinante ininterrumpidamente en Portugal durante 270 años (1640-1910), y en dicho panteón regio, ubicado en el antiguo refectorio monacal, encontré la tumba de una mujer onubense que fue la primera reina de Portugal tras la restauración de la independencia del país vecino en 1640: Luisa María Francisca de Guzmán y Sandoval. Luisa nace en la ciudad de Huelva el 13 de octubre de 1613, muy posiblemente en el castillo de los Guzmán, duques de Medina Sidonia, próximo a la iglesia de San Pedro, en cuyo archivo parroquial obra su partida de bautismo. Fueron sus padres Juan Manuel Pérez de Guzmán (octavo duque de Medina Sidonia) y Juana Lorenza Gómez de Sandoval y La Cerda. 

Sigue leyendo aquí:


Un sucinto repaso a la vida de Luisa María Francisca de Guzmán y Sandoval, la que fuera consorte del rey Juan IV de Portugal, el primero de la dinastía Braganza. Hija de Manuel Alonso Pérez de Guzmán y Silva, duque de Medina Sidonia, y nieta del poderoso Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma y valido de Felipe III, Luisa María heredó las ansias de poder de sus mayores, influyendo en su marido para aceptar la corona portuguesa y llegando a ejercer la regencia tras la muerte de éste. 

Luisa María de Guzmán y Sandoval (Foto E.M.)

jueves, 11 de septiembre de 2014

«Rafael de Casanova luchó por España y Cataluña, no por la secesión»

En vísperas del 11 de septiembre, y como contrapunto a una Diada del Tricentenario que consideran "manipulada", "belicista" y que incita a la división entre los catalanes, Sociedad Civil Catalana (SCC) reunió ante la tumba de Rafael de Casanova, en la parroquia de Sant Baldiri de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), a descendientes de personas que lucharon en ambos bandos -austracistas y borbónicos- en la Guerra de Sucesión de 1714. Para hacer una ofrenda floral. Entre los asistentes, estuvo Luis María Gonzaga de Casanova-Cárdenas y Barón, duque de Santángelo, descendiente de Rafael de Casanova, el que fue consejero jefe de Barcelona durante el conflicto bélico de hace 300 años. Gonzaga (Madrid, 1950), al que acompañó su esposa, de la dinastía de los Habsburgo, Su Alteza Real Imperial Doña Monika de Habsburgo-Lorena, concedió una entrevista al diario ABC.

La entrevista completa en el siguiente enlace:


En estos tiempo de manipulación de la Historia y la realidad en pro de la causa nacionalista en Cataluña, Luis María de Gonzaga Casanova-Cárdenas y Barón, duque de Santángelo y conde de Lodosa y Monteagudo de Mendoza, ha querido participar en los actos alternativos organizados por Sociedad Civil Catalana con motivo de la Diada. En su entrevista para ABC, el Duque de Santángelo rompe el mito creado en torno a su pariente Rafael Casanova, el cual, según sus palabras, "estaba por el bien de Cataluña y España". 

Como dato curioso, Luis María de Gonzaga está casado con la archiduquesa Mónika, nieta de Carlos I, último emperador de Austria-Hungría. Asimismo, Mónika de Habsburgo-Lorena desciende también del archiduque Carlos, pretediente austríaco al trono español durante la Guerra de Sucesión.

El año pasado era Pilar Paloma de Casanova y Barón, marquesa de Astorga duquesa de Maqueda y condesa de Valhermoso, además de hermana del Duque de Santángelo, la que advertía de la falsificación sistemática que se estaba realizando de la biografía de Rafael Casanova en beneficio de la causa secesionista.

El Duque de Santángelo (Foto Inés Baucells)