jueves, 30 de enero de 2014

El Palacio de Las Dueñas, la pasión de la Duquesa de Alba

Dicen que Las Dueñas se debe a Cayetana Alba, porque ha sido la encargada de repletar de piezas únicas y de obras de arte durante toda su vida, invirtiendo en el palacio una verdadera fortuna. Su afán de entrega y el amor a la ciudad de su alma han sido el motor que le han llevado a erigir este palacio como un referente mundial de belleza artística. Y sus muros fueron los testigos de la puesta de largo de doña Cayetana, cuando se le entregó el título de duquesa de Montoro.

El reportaje completo a continuación:


El Palacio de las Dueñas (también conocido como la Casa de las Dueñas), la residencia sevillana de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, ha abierto sus puertas a la revista Hoy Corazón, que publica en su web un completo reportaje fotográfico del edificio. 

Junto con el Palacio de Liria, las Dueñas es la propiedad más célebre que mantiene actualmente la Casa de Alba, en la que permanece desde que en el siglo XVII contrajeran matrimonio Antonia Enríquez de Ribera, marquesa de Villanueva del Río, y Fernando Álvarez de Toledo y Mendoza, duque de Alba. 

El Palacio de las Dueñas ha sido testigo de las dos bodas de Cayetana: primero con Luis Martínez de Irujo y Artázcoz (1947) y posteriormente, en la propia capilla del palacio, con Alfonso Díez Carabantes (2011). Fue aquí donde celebraron asimismo sus casamientos los dos hijos pequeños de la Duquesa, Cayetano, conde de Salvatierra y duque de Arjona (2005), que también contrajo matrimonio en la capilla privada de las Dueñas, y Eugenia, duquesa de Montoro (1998). Sin embargo, el banquete nupcial del primogénito y heredero, Carlos, duque de Huéscar (1988), no tuvo lugar en este palacio, sino en el de sus suegros, los Marqueses de la Motilla, situado más cerca de la Catedral de Sevilla. 

Prueba de la importancia que tiene este palacio para la Duquesa de Alba fue su decisión de dejárselo en herencia a uno de sus nietos, Fernando Fitz-James Stuart y Solíshijo mayor del Duque de Huéscar y llamado a ser duque de Alba en el futuro.

La Duquesa de Alba en una de las estancias de las Dueñas (Foto Aníbal González)

martes, 28 de enero de 2014

La viuda de la Duquesa Roja reclama a un hijo 300.000 euros por injurias

Escándalo en la aristocracia de nuestro país. La expresión de origen francés "nobleza obliga" pierde sentido y fuerza. Los Medina Sidonia se sentarán en el banquillo de los acusados. Una de las casas nobiliarias más importantes y con tradición de nuestra Historia protagonizará las páginas de tribunales en los próximos meses. Liliane Dahlmann (57 años), viuda de la duquesa Roja fallecida en marzo de 2008, reclama a Gabriel Medina Sidonia 300.000 euros por un presunto delito de injurias y calumnias.

Lee aquí la noticia íntegra:


Enésima batalla judicial en el seno de los Medina Sidonia, esta vez entre Liliane Dahlmann, viuda de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, la duquesa roja, y el hijo de esta última, Gabriel González de Gregorio y Álvarez de Toledo. El origen del enfrentamiento se encuentra en unas declaraciones de Gabriel en las que cuestionaba que su madre estuviera en las condiciones apropiadas cuando contrajo matrimonio in articulo mortis con Liliane en  el año 2008.

A este nuevo litigio se le une el iniciado hace escasas semanas por Rosario Bermudo Muñoz, que asegura ser hija de Leoncio González de Gregorio y Martí y, por tanto, hermana de Gabriel. 

Liliane Dahlmann y la Duquesa de Medina Sidonia (Foto L.D.)

jueves, 23 de enero de 2014

Adiós al duque que enseñó Historia al Rey

Cuenta José Apezarena en 'Todos los hombres del Rey': "En el colegio de Friburgo someten a Juanito a una férrea disciplina. La institución ha sido elegida precisamente para fortalecerle. Sin que él lo sepa, no le entregan caramelos y otros regalos que llegan cuando no se sabe la procedencia. Su programa es más riguroso que el del resto de los alumnos. Asiste a cursos complementarios de Historia de España que le imparte un joven aristócrata, Fernando Granzow de la Cerda..." Aquel 'joven aristócrata' era el duque de Parcent, procedente de una de las familias más leales a la Familia Real española y el encargado de enseñar al joven Juan Carlos la Historia del país cuyas riendas pronto tomaría. Fue su instructor en esta materia mientras el monarca estuvo interno en el colegio de los Marianistas de la ciudad suiza de Friburgo. Don Fernando falleció el pasado sábado.

El artículo completo aquí:


El pasado día 18 falleció en Madrid Fernando Granzow y de la Cerda y Chaguaceda, duque de Parcent. Fue, además de economista, miembro de numerosas corporaciones nobiliarias, entre ellas la Real Maestranza de Caballería de Valencia, la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando y el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid

De su matrimonio con María de los Ángeles Roca de Togores y Martínez Campos, vizcondesa de Rocamora, nacieron Íñigo, Fernando, conde del Villar, Myriam , vizcondesa de Rocamora, y Juan Carlos, conde de Contamina. 

El Duque de Parcent se mantuvo fiel a la Familia Real durante toda su vida. Comenzó a tratar al Rey cuando éste era todavía un niño y se encontraba estudiando en Suiza, siendo profesor suyo de Historia. Muchos años más tarde, en 2008, fue uno de los encargados de acudir en representación del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid a la Zarzuela para hacer entrega a la Princesa de Asturias del Lazo de Dama Protectora del citado Real Cuerpo. 

De seguro que don Juan Carlos, entre muchos otros, ha sentido profundamente la partida de su antiguo maestro, "un caballero a la antigua, exquisito, muy bien educado y muy noble en el sentido más amplio de la palabra". Descanse en paz.

miércoles, 22 de enero de 2014

'El greco' escondido en Sevilla

El crítico Julius Meier-Graefe, uno de los nombres fundamentales en la proyección de la pintura de El Greco en Europa a comienzos del siglo XX, lo calificó de "colosal". Por su valor, Manuel B. Cossío lo incluyó en su pionera monografía sobre el pintor cretense sin haberlo visto ni conocer sus dimensiones y, de la treintena de crucificados existentes en el catálogo del artista, éste es uno de los pocos que figuran como auténticos de su pincel. Es el Cristo crucificado propiedad del marqués de la Motilla. Es el greco escondido en Sevilla.

La noticia completa en este enlace:


El Cristo crucificado pintado en torno a 1590 por El Greco, una de las principales obras que integran la colección pictórica de Miguel Ángel de Solís y Martínez-Campos, marqués de la Motilla, formará parte de la exposición El Griego de Toledo, dedicada en exclusiva al pintor cretense y que se organizará en Toledo con motivo del 400 aniversario de su muerte. El cuadro, de gran importancia por ser de los pocos crucificados considerados como auténticos del Greco, se pudo admirar públicamente por última vez en 1998. 

Además de este Greco, la familia también posee un retrato del General Ricardos, obra de Goya a pesar de las voces que lo atribuyen a Esteve, que en 2013 fue cedido en depósito a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para su exhibición.

Cristo crucificado por El Greco (Foto El Mundo)

domingo, 19 de enero de 2014

Pedro J. López: "Aragón no ha tenido tanto peso desde el Conde Aranda"

Pedro Pablo Abarca fue conocido como Conde de Aranda, secretario de varios reyes: Pedro López publica '1794, el destierro del Conde de Aranda: sus memorias', que se añade a lo que ya editó sobre esta figura europea.

--¿No estaban publicadas sus memorias?

--No, es inédito total. Las escribió a espaldas del poder político, y fueron a parar al palacio de Villahermosa de Pedrola. Y allí están. Lo mismo que el testamento, que también estaba inédito y yo lo publiqué. Es como si me persiguiera su figura.

El resto de la noticia pinchando en el enlace siguiente:


El historiador Pedro J. López Correa es entrevistado para El Periódico de Aragón en relación a su último libro, centrado en Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, conde de Aranda. 1794, el destierro del Conde de Aranda: sus memorias no es el primer trabajo que este autor publica sobre Pedro Pablo Abarca, pero en esta ocasión el principal atractivo de la obra radica en la inclusión de las memorias que escribió, hasta el momento desconocidas, esta figura clave de la Ilustración en España.

El Conde de Aranda (Foto Wikipedia Commons)

jueves, 16 de enero de 2014

"Es un pecado nacional que los jóvenes no sepan disfrutar del vino"

Pelayo de la Mata (Madrid, 1946), undécimo Marqués de Vargas, quien reclama al Gobierno de Rajoy más ayudas para el sector agroalimentario al tiempo que defiende «las propiedades curativas» del consumo moderado de alcohol. El aristócrata habla con nostalgia de su padre, Hilario de la Mata, quien en la década de 1940 introdujo en la España de la postguerra las principales firmas de vinos y licores del mundo. Pelayo de la Mata preside hoy Varma, la empresa que creó su progenitor, y la Federación Española de Bebidas Espirituosas, convencido de que el alcohol es disfrute y no refugio de penas ni euforizante.

Continúa la lectura en este enlace:


Pelayo de la Mata y Pobes, marqués de Vargas y conde de San Cristóbal, habla sobre el vino español, su familia (el padre del Marqués de Vargas fue un pionero en el negocio de las bebidas alcohólicas en nuestro país), el origen de los dos títulos que posee y hasta de la corrupción que sufre España, todo ello con la autoridad que le otorga el ser una de las principales figuras en el sector de las bebidas espirituosas.

El Marqués de Vargas (Foto La Opinión de Tenerife)

viernes, 10 de enero de 2014

Fallece el Conde de Revillagigedo

Álvaro María del Milagro de Armada y Ulloa, VIII conde de Revillagigedo, Grande de España, IX marqués de San Esteban del Mar de Natahoyo, VI conde de Güemes, XIX adelantado mayor de la Florida –por su ascendente Pedro Menéndez de Avilés, que fundó la ciudad de San Agustín, en Estados Unidos– y coronel honorario de Artillería, falleció en la madrugada de ayer en su domicilio de Madrid, a los 93 años. Nacido en la capital de España el 22 de diciembre de 1920, se casó el 1 de julio de 1950 con María del Carmen Barcáiztegui y Uhagón, en la localidad guipuzcoana de Fuenterrabía. El matrimonio tuvo seis hijos: Álvaro –VII conde de Güemes–, María del Carmen, Rafaela, Micaela, Teresa y Casilda.

Accede al resto del artículo aquí:


"Hombre sencillo, tímido, humilde, de grandes sentimientos religiosos, con gran rectitud de conciencia y que prefería pasar inadvertido". Así es como describían sus allegados al recientemente fallecido Álvaro María del Milagro Armada y Ulloa, conde de Revillagigedo y marqués de San Esteban del Mar de Natahoyo.

Nacido en 1920, deja viuda y seis hijos. Mantuvo siempre un fuerte vínculo de afecto con Asturias, como demuestra su apoyo a la Fundación Revillagigedo, de carácter educativo e instituida por su tío Luis Armada de los Ríos Enríquez, y la cesión del Palacio de Revillagigedo a la Fundación Cajastur por un precio muy inferior al de mercado. 

No serán escasos los que, recordando las generosas acciones que acometió en vida, lamenten la muerte del Conde de Revillagigedo. Descanse en paz.

El Conde de Revillagigedo (Foto La Nueva España)

El Marqués de Campo quiso comprar el Canal de Panamá

Si nos propusiéramos encontrar valencianos con fuerte carácter emprendedor y gran capacidad de resolución tendríamos que concluir en la figura de José Campo Pérez Arpa, el marqués de Campo. Sin embargo, entre las docenas de iniciativas, actividades, empresas, aventuras y proyectos de progreso que jalonan su vida, hay uno muy especial: fue el ofrecimiento de compra del Canal de Panamá que le hizo al ingeniero francés Fernando de Lesseps, promotor de la obra, cuando comenzaron a presentarse, como ahora ocurre, dificultades en las obras y en la tesorería.

Continúa con la lectura de la noticia en el siguiente enlace:


Curiosa historia la que publica el diario Las Provincias sobre José Campo Pérez, marqués de Campo, y el tan de actualidad Canal de Panamá. José Campo era otro de los tantos burgueses enriquecidos y que por sus servicios en favor de la Monarquía fueron ennoblecido. En el caso del Marqués de Campo, recibió el título en 1875. 

Entre sus empresas se encontraban el periódico La Opinión, la Sociedad Valenciana de Crédito y Fomento, el Banco Peninsular Ultramarino y parte de la Compañía Trasantlántica. Precisamente fueron sus intereses en esta última lo que animó al Marqués de Campo a intentar comprar la sociedad adjudicataria de las obras, la Compagnie Universelle du Canal Interocéanique de Panama . 

Ferdinand de Lesseps declinó la oferta y, finalmente, quebró, ocasionando la ruina de miles de inversores y enfrentándose a un juicio por fraude y abuso de confianza. 

El Marqués de Campo (Foto La Ilustración Española y Americana)

lunes, 6 de enero de 2014

El Hospital del Niño Jesús y la caída en desgracia de la Duquesa de Santoña

Pocos de los que hoy hayan participado en la tradicional Lotería del Niño sabrán que en sus orígenes el sorteo fue una iniciativa de María del Carmen Hernández y Espinosa de los Monteros, esposa desde 1873 de Juan Manuel Manzanedo y González, duque de Santoña y marqués de Manzanedo, un potentado enriquecido en Cuba por medio del comercio, la concesión de créditos y la compraventa de esclavos. Juan Manuel recibió sus dos títulos en recompensa por su firme apoyo a los Borbones: el Marquesado de Manzanedo en 1864 de manos de Isabel II y el Ducado de Santoña en 1875 por concesión de Alfonso XII

La Duquesa de Santoña por Federico de Madrazo y Kuntz (Foto Moreno)

Cómo empezó a celebrarse el sorteo no está del todo claro, pero según las investigaciones de Gabriel Medina Vílchez la idea inicial partió de la Duquesa de Santoña. El fin era encontrar un medio de sustento para su gran proyecto benéfico, el madrileño Hospital del Niño Jesús. Ya en ocasiones anteriores había manifestado esta aristócrata su firme voluntad por ayudar a los más necesitados, como bien demuestran las actuaciones que llevó a cabo durante la epidemia de cólera que asoló Madrid en 1865 y que un diario de la época resumía así: “Su coche, lleno de mantas, abrigos, medicinas y víveres, recorría los barrios más pobres y castigados por la epidemia. La caritativa dama entraba en las viviendas más afligidas por la miseria y el cólera, prestando sus servicios personales y derramando a manos llenas el dinero”. 

María del Carmen, muy consciente gracias a su propia experiencia de la penosa situación sanitaria de la capital del Reino, decidió aprovechar la ventajosa posición que le otorgaba la colosal fortuna de su esposo (que en 1870 ascendía a 180 millones de reales) para mejorar las condiciones de los niños desvalidos, por aquel entonces muy numerosos.

El primer paso fue la constitución, mediante Real Orden de 26 de marzo de 1876, de la Asociación Nacional para el Cuidado y Sostenimiento de Niños. Poco más tarde, en enero de 1877, se inauguraba en el número 23 de la calle Laurel una pequeña clínica, bautizada como Hospital del Niño Jesús, con la presencia de Alfonso XII y su hermana la infanta Isabel, por entonces princesa de Asturias como heredera del trono español que era. Este hospital fue pionero en su campo, siendo el primer centro pediátrico que se fundó en España. Las Hermanas Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl, de gran prestigio en el ámbito asistencial, fueron las encargadas de suplir las necesidades de los enfermos y de gestionar el centro. Es precisamente en este momento cuando se inicia el Sorteo del Niño: entre los diversos medios de financiación con los que contaba la institución se encontraba la Rifa del Niño Jesús, que gracias a una disposición legal del Rey estaba exenta de tributar el 4% obligatorio para el resto de loterías y sorteos. Los premios a los que optaban los participantes llegaban a alcanzar la nada despreciable cifra de 15.000 pesetas, una cantidad respetable para la época. Otras vías de financiación eran los donativos particulares y una suscripción mensual que los benefactores, entre ellos el propio Duque de Santoña, se encargaban de hacer llegar al Patronato de la Asociación. 

Inauguración del dispensario de la calle Laurel (Foto La Ilustración Española y Americana)

El hospital, de apenas siete salas, pronto se quedó pequeño, por lo que de inmediato empezaron las gestiones para la construcción de un nuevo edificio que pudiera acoger a un mayor número de niños enfermos. En 1879 la Duquesa de Santoña adquirió para tal objeto  un solar situado enfrente del Retiro por 710.000 reales.

La primera piedra se colocó ese mismo año por Alfonso XII y en 1881 ya empezó a recibir a los primeros pacientes, a pesar de que las obras no finalizaron hasta 1885. En el transcurso de las mismas, en 1882, falleció el Duque de Santoña. El suceso no hubiera tenido la mayor importancia para la institución presidida por María del Carmen de no haber sido por el pleito que se inició contra ésta a instancias de su hijastra, Josefa Manzanedo e Intentas

El Hospital del Niño Jesús en su emplazamiento definitivo (Foto J. Laurent)

Josefa era fruto de la relación que el Duque de Santoña mantuvo durante su estancia en Cuba con la española Luisa Intentas Serra. Debido a que el Duque y Luisa nunca se casaron, Josefa era considerada bastarda y, por tanto, estaba imposibilitada por ley para heredar a su padre. Gracias a la mediación de Isabel II, el Duque de Santoña pudo legitimar en 1857 a Josefa y hacerla valedora de todos los derechos que le correspondían a cualquier hijo nacido en el seno del matrimonio. Como no tuvo más descendencia, ni con Luisa ni con María del Carmen, el Duque decidió declarar heredera universal a su única hija en 1862, cuando todavía le faltaban más de diez años para casarse con su esposa.

Una vez leídas las últimas voluntades del Duque, su hija impugnó el testamento por no considerar válido el codicilo que su padre había redactado cuatro días antes de morir y en virtud del cual dejaba un quinto de sus propiedades a María del Carmen. Tras una década de lucha en los tribunales, Josefa Mazanedo e Intentas obtuvo sentencia favorable y su madrastra quedó despojada de los bienes recibidos en la testamentaría.

Josefa Manzanedo e Intentas retratada por Jean-Louis-Ernest Meissonier (Foto Museo del Prado)

Como consecuencia del pleito generado, la viuda del Duque de Santoña se vio envuelta en un gran escándalo en el que no faltó quien la acusara incluso de haber utilizado en beneficio propio el dinero recaudado para los enfermos. María del Carmen respondió iniciando nuevas causas contra los responsables de las maledicencias. Toda esta lamentable situación conllevó una merma considerable del patrimonio de la Duquesa, acarreando a su vez una reducción de los recursos económicos del Hospital del Niño Jesús.  La calidad del servicio prestado a los pacientes, igualmente, se vio afectada de manera notoria, lo que unido al riesgo de que el hospital acabara siendo vendido por la Duquesa obligó en 1889 al Estado a confiscar el centro y hacer entrega del mismo a la Junta Provincial de Beneficencia de Madrid, llegando el asunto a ser debatido por el Consejo de Ministros y en el Congreso. En 1893 a la Duquesa le fue embargado, como resultado de las numerosas deudas que había acumulado por los innumerables y costosos procesos judiciales en los que se había embarcado, el fastuoso palacio que poseía en la madrileña calle Huertas, regalo de bodas de su marido y de lo poco que había podido conservar tras la muerte de éste.

Después de verse desposeída de todo cuando había tenido, la viuda del Duque de Santoña no vivió mucho más tiempo y, humillada ante lo penoso de su situación, falleció el 14 de octubre de 1894 “en un piso de la calle Olózaga, rodeada de la mayor modestia, entre los últimos restos de su opulencia decaída y en el ocaso de sus esplendores“, según relataba uno de los articulistas del Diario Oficial de Avisos de Madrid. “Olvidada de muchos, herida en el alma por las puñaladas del desengaño”, rezaba la crónica publicada por La Época. “La que un día fue dama poderosísima e influyente y pudo dar en su palacio fiestas verdaderamente regias se ha consumido en la soledad y el abandono”, se podía leer en El Día. La Correspondencia de España apuntaba respecto a su funeral que “la opulenta dama que tantas obras de caridad hizo, que derramó tantas riquezas y dio fiestas tan espléndidas a las que acudían millares de personas de la buena sociedad, ha sido enterrada en un modestísimo nicho del cementerio de San Isidro”. 

Para terminar, no quisiera dejar de incluir como cierre este revelador párrafo sacado de uno de los obituarios que se le dedicaron a la aristócrata: “De sus suntuosas fiestas, de su fastuoso lujo, puede desvanecerse el recuerdo, pero quedará el de sus obras de caridad. Y aunque en su guardajoyas, que tuvo alhajas de reina, quede solo la placa de la Cruz de Beneficencia que ganó en la epidemia colérica de 1865, ésta bastará para dejar de ella al pueblo de Madrid un gran recuerdo”.

Placa colocada en recuerdo de la Duquesa de Santoña (Foto Flickr)

viernes, 3 de enero de 2014

El conde de Torralva reaparece en el castillo

El castillo de Almodóvar del Río es uno de los mejores ejemplos de fortaleza medieval que hay en España. Su historia no sería la misma, o quizá ni siquiera existiría, sin la intervención de Rafael Desmaissières y Farina, 12 conde de Torralva, que llevó a cabo la última y gran restauración del castillo entre 1902 y 1936, ya que a partir de esta fecha sólo se han producido reparaciones o adaptaciones de cara al turismo.

La noticia completa en el siguiente enlace:


En su esfuerzo por acercar al público el castillo de Almodóvar del Río, cuyo dueño actual es Miguel Ángel de Solís y Martínez-Campos, marqués de la Motilla, y hacer más atractivo la visita del mismo, el equipo encargado de su gestión organiza los fines de semana y festivos una visita guiada en forma de espectáculo teatral. Este espectáculo consiste en una representación de la vida y obra de Rafael Desmaissières y Farina, conde de Torralva, propietario de la fortaleza y responsable de su reconstrucción a principios del siglo XX, cuando el edificio se encontraba en la ruina más absoluta.

El Conde de Torralva, hijo de Miguel Ángel Desmaissières y Fernández de Santillán, marqués de la Motilla, fue un singular personaje de su época: viajero incansable, gran interesado por la tecnología y con una extraordinaria curiosidad hacia el mundo que le rodeaba. Empleó ingentes cantidades de dinero en el castillo, lo que revirtió en beneficio de los habitantes de Almodóvar del Río gracias a todos los vecinos de la localidad que fueron contratados durante los años que duraron las obras. Desgraciadamente, Rafael Desmaissières  y Farina falleció antes de que concluyera la reconstrucción del castillo, no pudiendo de esta manera ver acabado su gran proyecto.

El Conde de Torralva (Foto www.castillodealmodovar.com)